OFELIA ACOGE A LA RESAD EN PORTUGAL
Este año, la RESAD ha participado por primera vez en el Festival Ofelia, celebrado en la Escola Superior de Artes e Design (ESAD) de Caldas da Rainha (Portugal), a principios de abril de 2013. Alumnos de tercer curso de Dirección Escénica presentaron en la escuela portuguesa la muestra creada este año en el marco de la asignatura Escenificación y Teatro Clásico, impartida por el profesor Juan Ignacio Sánchez. El espectáculo allí representado, Pecados capitales, se componía de cinco escenas de teatro clásico español, cada una de ellas dirigida por uno de los citados alumnos de Dirección, e interpretada por un número total de veintidós actores, distribuidos en cinco repartos diferentes.
El Festival Ofelia está planteado como punto de encuentro nacional e internacional entre escuelas de arte dramático, y como plataforma para compartir experiencias en el ámbito de la formación y la creación teatral. En este sentido, el tiempo/espacio de este festival ha brindado a nuestros alumnos la oportunidad de añadir una perspectiva internacional a su proceso formativo.
Como profesora acompañante del grupo, habiendo compartido impresiones y vivencias con los alumnos participantes, puedo decir que la experiencia ha sido positiva y satisfactoria, además de muy grata, por diversos motivos. Entre ellos se destacan la excelente acogida y la hospitalidad que allí nos dispensaron. Los organizadores, alumnos de la especialidad de Teatro de la ESAD de Caldas da Rainha, y sus profesores, estaban literalmente encantados con el hecho de que la RESAD de Madrid hubiera podido formar parte del grupo de escuelas participantes en su festival, y así nos lo demostraron en todo momento. Otro motivo para la satisfacción: la muestra que presentaron nuestros alumnos fue un éxito, obteniendo una excelente acogida entre el público asistente al festival. Destacaré la capacidad de organización y el buen hacer de los cinco alumnos directores para llevar a cabo con éxito el montaje y la representación de cinco escenas con veintidós actores en un tiempo bastante limitado, el de un día de bolo,en un país extranjero. Igualmente, destacaré la entrega de los actores y su buena disposición para el trabajo. Resulta gratificante comprobar que nuestros alumnos pasean esas cualidades, indispensables para la profesión teatral, fuera de nuestras fronteras.
Vaya desde aquí nuestro agradecimiento a todos los que con su trabajo y esfuerzo han hecho posible esta experiencia: Juan Ignacio Sánchez, David Ojeda, el Departamento de Promoción y Relaciones Internacionales en las personas de Izaskun Azurmendi y Raquel Perallón; el director de la RESAD, Ángel Roger; y a todos aquellos que de una manera u otra han apoyado la iniciativa o colaborado con ella.
«La memoria piensa con la sensibilidad», escribía Fernando Pessoa. Quede pues en la memoria de los participantes el recuerdo de un viaje a Portugal de un grupo de estudiantes de arte dramático, modernos cómicos de la legua viajando en un autobús teatrero; con una silla de cabaret y un barreño de metal oxidado como toda escenografía, y con una pequeña maleta por persona como todo equipaje, conteniendo, además del vestuario, toda la ilusión y el trabajo de un director o actor que se prepara.
Nieves Pérez Abad
El festival de Ofelia nos ha enseñado más de lo que esperábamos. Viajábamos para mostrar nuestro trabajo y nos hemos vuelto con una lección de vida, una lección sobre el teatro. Ofelia se ha levantado con la ilusión de varios estudiantes sin grandes recursos, ni instalaciones, ni una institución que los respaldara. Nosotros tenemos todo eso, pero nos falta algo, el espíritu Ofelia.
Rosel Murillo Lechuga
Haber podido visitar el Festival Ofelia ha sido una de las experiencias más enriquecedoras del tiempo en la RESAD. Para mí ha sido la primera vez que una pieza dirigida por mí ha salido fuera de España y que he trabajado con mi equipo para un público que no recibe el espectáculo en su propio idioma. Esto era lo que en un primer momento me sedujo del viaje a la ESAD de Caldas. Pero ahora que ya ha tenido lugar, sobre todo me ha dejado una huella profunda a nivel humano. No solo el trabajo con mis compañeros de dirección, a los que ya conozco muy bien y a los que adoro, sino sumar también el trabajo de casi treinta personas con el nivel de coordinación, respeto, compañerismo que vivimos durante el viaje. Treinta personas dando lo mejor de sí, es toda una experiencia inolvidable. Así que que vaya por delante mi agradecimiento a todos los que lo han hecho posible: RESAD, ESAD de Portugal, Nieves, David, Nacho y sobre todo, sobre todo, a los actores, a todos los actores que participaron en Pecados.
Y además por si no fuera suficiente la suma, el trabajo de toda la gente que nos acogió en Portugal, la escuela, la gente que nos prestó sus casas, los trabajos que hicieron, el técnico (extraordinario) que trabajó para nuestra función y el público que vino a verla.
Además es el último trabajo en el grupo de tercero dirigimos juntos, y esta experiencia nos ha dado la oportunidad para dejar de hablar de teatro y hacerlo, y creo que así nos hemos entroncado de alguna manera con los teatreros que llevan dos mil quinientos años haciendo lo que nosotros más amamos. Ojalá estas experiencias nunca fueran escasas, dentro y fuera de la RESAD.
Antonio Domínguez
Caldas da Rainha es una ciudad portuguesa, en el distrito de Leiria, región Centro y subregión de Oeste, con cerca de 25 200 habitantes. Es en este lugar donde, tras un bosque encantado de pinos, se esconde una verdadera escuela superior de arte. En este inhóspito lugar, lejos de usar la Wikipedia, los estudiantes organizan un festival para el encuentro de escuelas superiores de arte dramático. Ellos, escolares, superiores y artísticos, nos dieron la oportunidad de presenciar el milagro del encuentro y nos brindaron más de un lugar para contemplar. Ofelia, la luz no está al final del camino, se encuentra en una pequeña ciudad portuguesa, del distrito de Leiria, región Centro y subregión de Oeste, con cerca de 25.200 habitantes.
Gonzalo Azcona
Qué decir de un festival que nos acogió desde nuestra llegada con un afecto extraordinario y una entrega exquisita… únicamente que las palabras se quedan escuetas ante tamaña experiencia. Desde el primer momento se encargaron de hacernos sentir como en casa y de conseguirnos todo aquello que precisábamos con celeridad y eficacia… el montaje de cinco piezas breves fue extenuante, pero enormemente placentero pues la disposición que recibíamos era asombrosa, artísticamente estimulante y humanamente inolvidable. El resultado fue un montaje que levantó al público en pleno de sus butacas y nos hizo vibrar con su desbordante energía y entusiasmo; el resultado fue una emoción tan intensa que perdurará en el recuerdo de todos los que tuvimos la fortuna de asistir al Festival Ofelia por siempre.
Rebeca Sanz Conde
|
